07 Nov
07Nov

Hoy nos toca hablar de otra dificultad más sobre el sector citrícola que no podemos pasarla por alto.

Como hemos podido observar, cada año se adelanta la recolección de naranjas, ya que este año ha comenzado a finales de septiembre cuando se supone que la campaña debe comenzar entre mediados y finales de octubre, dependiendo de la climatología. Esto provoca que la fruta no esté lo suficientemente madura como para llegar a los mercados.

Sin embargo, esta situación se ha agravado este año debido a que, durante el verano, las temperaturas han sido muy altas y ese calor ha estado muy presente también en el mes de septiembre. La naranja está preparada para su recolección cuando empieza a hacer frío, ya que es cuando empieza a coger color, zumo y el dulzor que necesita, por lo que adelantar su recogida y poner a la venta fruta que aún está verde es muy perjudicial para los productores. Perales y Ferrer es muy respetuosa con los tiempos de producción de sus cítricos, pero no se libran de esta situación, por lo que este año no pueden esperar a llevar a cabo la recogida en el momento óptimo de maduración. Por lo que la empresa puede tener serios problemas, tanto en España, como en el extranjero, ya que la calidad de sus productos se ve afectada y puede llegar a cuestionarse todo lo anterior, lo que conlleva un cierto descontento y desconfianza sobre la marca.

Por toda esta situación se van a realizar inspecciones a la salida del almacén con el fin de garantizar que los cítricos que se ponen a la venta tengan la calidad suficiente y que no hayan sido tratados artificialmente para que pierdan el color verde y así engañar al consumidor.

La patronal agraria aconseja a los agricultores que no recolecten antes de la fecha de maduración óptima, ya que esto también les afectará a sus ganancias debido a que la fruta pesa hasta un 25% menos. Por otro lado, hay un incremento en la demanda de naranjas para la industria del zumo, lo que es positivo para el sector.

Para la campaña 2017-2018, el aforo de cítricos en la Comunidad Valenciana, primera productora nacional, cae un 20% por adversidades climáticas, con 3.143.984 toneladas. La mayor pérdida se produce en mandarinas, con casi 428.000 toneladas menos. Esta disminución es consecuencia directa de la sequía y las elevadas temperaturas del mes de mayo, que incidieron en el cuajado de los frutos siendo en algunas zonas escaso e irregular. Aún así, se espera buena calidad y buen calibre, dado que las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre han sido beneficiosas para el sector. Igualmente, las previsiones de producción en la Región de Murcia hablan de un 2% menos de cosecha.

Las instalaciones de Perales y Ferrer se encuentran situadas entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, por lo que, lo más seguro es que su volumen de producción se vea afectado por lo comentado anteriormente.


Cintia Juárez Cano

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