Buenos días citrus lovers, antes de nada, me gustaría anunciaros que este es mi último post. Ha sido un placer traeros semana tras semanas noticias sobre el apasionante mundo de los cítricos. Espero haberos entretenido y lo más importante, ayudado a conocer cosas desconocidas sobre naranjas y limones.
Esta semana os traigo una noticia que me ha dado muchísima alegría, el Senado a aprobado que los cítricos tengan su propia denominación de origen. Tal y como ya os adelantó mi compañera Cintia, en el post del 14 de noviembre, aunque en ese momento sólo era una propuesta de Compromís y aún no se sabía cuál sería la respuesta del Senado.
Los grupos que forman el Senado a excepción del PSOE, han apoyado la moción de Compromís de crear un distintivo que identifique los cítricos de origen español de los que se importan a España y se venden en los supermercados. Con el objetivo de que el consumidor sepa lo que está comprando, identifique el producto autóctono y sus beneficios. Como es el caso del plátano de Canarias. También se pretende fomentar el consumo de mandarinas, naranjas, así, como el resto de cítricos españoles.
Con esta moción, también se pretende fomentar el consumo de estos productos en las instituciones estatales, autonómicas y locales en restaurantes, cafeterías de edificios públicos, colegios, actos oficiales. Por otro lado, con esto se pretende que haya un exhaustivo control sanitario en la frontera y así evitar problemas sanitarios que repercutan en la producción local.
La moción de Compromís ha tenido el apoyo del PP, Cs, PDeCAT y Unidos-Podemos, com, el PNV y el PSOE se han abstenido porque califican de “injusta” esta medida. La citricultura tiene en Valencia el 60% de la producción del Estado, el 27% en Andalucía y un 10% en Murcia.
En definitiva, esta moción va a reportar un beneficio muy positivo a los productos de la zona, ya que van a ser reconocidos tanto en ámbito nacional como internacional, lo que va a provocar que se vinculen a las empresas y a marcas españolas a la reputación de su país de origen, como es el caso de Perales y Ferrer.
Tifany Gallego Sanchez